Rotwaillers degollaron a nena de 4 años Al menos tres feroces perros degollaron a dentelladas a una criatura de cuatro años.
Un
hecho de espantosos ribetes tuvo por escenario una modesta finca de la
localidad bonaerense de Tristán Suárez donde al menos tres feroces
perros degollaron a dentelladas a una criatura de cuatro años. Como si
el episodio en sí no fuera lo suficientemente trágico, hay que señalar
que el brutal ataque se precipitó delante de la abuela de la menor, que
también fue mordida por los descontrolados animales.
El
desgarrador suceso tuvo lugar ayer alrededor de las 12.30, cuando una
mujer de unos 50 años, cuyos datos filiatorios no trascendieron, llegó
junto a su nieta, Iara, a la casa de los padrinos de la pequeña,
ubicada en Hernandarias y Argentina.
De acuerdo con el relato de
una tía de la víctima, en el mismo momento de ingresar a la finca, tres
rottweiler se abalanzaron sobre la pequeña, que fue destrozada
prácticamente en segundos.
La sorprendida y desesperada abuela, entre gritos, sólo atinó a intentar cubrir a la niña, pero todo fue en vano.
Alertados
de lo sucedido, gente que se encontraba en la finca donde tuvo lugar el
drama y un nutrido grupo de vecinos se acercaron y a palazos y
puntapiés sacaron de escena a los animales, pero ya era demasiado
tarde: Iara yacía en el piso con gravísimas heridas en su cuello, torso
y glúteos.
Con la premura del caso, la menor fue trasladada a la
unidad sanitaria 5º de Belgrano y Canale en Tristán Suárez, donde,
según trascendió ingresó con un hilo de vida.“La niña prácticamente fue
degollada por los animales. No se pudo hacer nada”, dijo a “Crónica”,
una fuente de ese centro de salud.
Iara y su abuela vivían en una
casa de la calle Caracas al 1200 de Tristán Suárez, y ayer a las 12
decidieron caminar unas cinco cuadras para ir a visitar a los
familiares. En el barrio, de casas bajas y modestas se pueden observar
infinidad de perros, la mayoría de ellos rottweiler, ovejeros y
pitbull.
“Todos tenemos grandes perros por cuestión de seguridad.
Es un riesgo, lo sabemos, pero es lo único que permite alertarnos sobre
si alguien se mete en nuestras viviendas”, señaló un vecino de la calle
Hernandarias, y que vive a metros de donde tuvo lugar el mortal ataque
de los animales.
Si bien todo el vecindario se mostró espantado
por lo ocurrido, fueron muy pocos los que quisieron hablar. Quienes lo
hicieron coincidieron en señalar que ingresar a cualquier propiedad
implica cierto riesgo, pues en todas las viviendas “hay perros bravos”,
según las propias palabras de un vecino.
De acuerdo con las
primeras pericias habría trascendido que la niña entró a la casa
corriendo, y en ese preciso instante fue atacada por la feroz jauría.
Al
cierre de esta edición, los restos de Iara se estaban velando en una
funeraria ubicada en la calle Curuzú Cuatiá al 100 de la localidad de
Carlos Spegazzini.
Un
hecho de espantosos ribetes tuvo por escenario una modesta finca de la
localidad bonaerense de Tristán Suárez donde al menos tres feroces
perros degollaron a dentelladas a una criatura de cuatro años. Como si
el episodio en sí no fuera lo suficientemente trágico, hay que señalar
que el brutal ataque se precipitó delante de la abuela de la menor, que
también fue mordida por los descontrolados animales.
El
desgarrador suceso tuvo lugar ayer alrededor de las 12.30, cuando una
mujer de unos 50 años, cuyos datos filiatorios no trascendieron, llegó
junto a su nieta, Iara, a la casa de los padrinos de la pequeña,
ubicada en Hernandarias y Argentina.
De acuerdo con el relato de
una tía de la víctima, en el mismo momento de ingresar a la finca, tres
rottweiler se abalanzaron sobre la pequeña, que fue destrozada
prácticamente en segundos.
La sorprendida y desesperada abuela, entre gritos, sólo atinó a intentar cubrir a la niña, pero todo fue en vano.
Alertados
de lo sucedido, gente que se encontraba en la finca donde tuvo lugar el
drama y un nutrido grupo de vecinos se acercaron y a palazos y
puntapiés sacaron de escena a los animales, pero ya era demasiado
tarde: Iara yacía en el piso con gravísimas heridas en su cuello, torso
y glúteos.
Con la premura del caso, la menor fue trasladada a la
unidad sanitaria 5º de Belgrano y Canale en Tristán Suárez, donde,
según trascendió ingresó con un hilo de vida.“La niña prácticamente fue
degollada por los animales. No se pudo hacer nada”, dijo a “Crónica”,
una fuente de ese centro de salud.
Iara y su abuela vivían en una
casa de la calle Caracas al 1200 de Tristán Suárez, y ayer a las 12
decidieron caminar unas cinco cuadras para ir a visitar a los
familiares. En el barrio, de casas bajas y modestas se pueden observar
infinidad de perros, la mayoría de ellos rottweiler, ovejeros y
pitbull.
“Todos tenemos grandes perros por cuestión de seguridad.
Es un riesgo, lo sabemos, pero es lo único que permite alertarnos sobre
si alguien se mete en nuestras viviendas”, señaló un vecino de la calle
Hernandarias, y que vive a metros de donde tuvo lugar el mortal ataque
de los animales.
Si bien todo el vecindario se mostró espantado
por lo ocurrido, fueron muy pocos los que quisieron hablar. Quienes lo
hicieron coincidieron en señalar que ingresar a cualquier propiedad
implica cierto riesgo, pues en todas las viviendas “hay perros bravos”,
según las propias palabras de un vecino.
De acuerdo con las
primeras pericias habría trascendido que la niña entró a la casa
corriendo, y en ese preciso instante fue atacada por la feroz jauría.
Al
cierre de esta edición, los restos de Iara se estaban velando en una
funeraria ubicada en la calle Curuzú Cuatiá al 100 de la localidad de
Carlos Spegazzini.